Doble Limpieza Facial: Ritual Coreano para Working Girls

04 de diciembre de 2018 | desmaquillar, limpieza facial

En los últimos años, la doble limpieza facial va ganando adeptas, y en muchos medios aparecen artículos explicando sus pasos. Y muchas veces el problema está ahí: en los pasos y en el poco tiempo que tenemos para realizarlos adecuadamente.

Así que, si eres una working girl (o si no lo eres, pero tienes poco tiempo), vamos a sintetizar los pasos y reducirlos de 3 a 1 (o 2), sin disminuir su eficacia

RITUAL COREANO DE 3 PASOS

Como os decía, la doble limpieza viene de Corea. Tenemos la idea de que los países del Lejano Oriente son muy de rituales y ceremonias (el ritual del té, el ritual del guerrero samurái… y muchas más), pues esta es una más en la que cada paso va destinado a conseguir el objetivo final que no es otro que una piel limpia y resplandeciente, y preparada para recibir los activos que queramos utilizar después.

PASO 1: DESMAQUILLAR

No todo, en este paso únicamente se desmaquillan ojos y labios, sobre todo si te has aplicado máscara waterproof, que necesita retirarse con productos especiales.

PASO 2: DESMAQUILLAR MÁS

Este es el paso que más nos llama la atención.

Se basa en que las bases de maquillaje muchas veces contienen sustancias oleosas o siliconas, y aunque no te maquilles, o no lo hagas a diario, sí que las glándulas sebáceas producen sebo a lo largo del día (y de la noche) y el aceite y el agua no se mezclan en ninguna circunstancia.

Así que la mejor forma de retirarlo es utilizando un producto que igualmente tenga una base oleosa para que ambas se fundan y sean retiradas juntas. Para ello se utilizan aceites limpiadores (cada vez hay más en el mercado). Estos aceites se aplican sobre toda la superficie de la piel, masajeando para conseguir, por un lado, que el aceite limpiador se emulsione con la base de maquillaje, o el sebo y restos de polución, sudor, etc. para que se retire todo a la vez, y por otro, un masaje de uno o dos minutos activará la circulación superficial. Por último, se retira todo con agua tibia (recordar que el agua fría y el aceite no se mezclan).

En este punto, os comento 2 cosas importantes.

  1. Aunque sean aceites, son limpiadores y esto quiere decir que no son 100% aceite, y están pensados para que se puedan retirar con agua tibia. ¡No intentéis hacerlo con aceite de almendras, de coco o de cualquier otra clase que no especifique que es un aceite limpiador!
  2. Siempre insistimos en que los pacientes con piel grasa no utilicen aceites… en este caso, hablamos de limpiadores que se van a retirar y ayudarán a eliminar el exceso de sebo de la piel.

PASO 3: AGUA Y JABÓN (O GEL, ESPUMA, ETC)

Esta es la parte clásica, que hacemos casi todos.

Una vez hemos retirado el aceite limpiador con agua tibia, manteniendo la piel húmeda, aplicamos un poco de gel de base acuosa en la mano, hacemos espuma y la masajeamos por toda la cara. De esta forma, retiramos cualquier resto del paso anterior, y aclaramos con agua tibia.

VERSIÓN ESPAÑOLA (para WORKING GIRLS)

OBJETIVO: Simplificar. No tenemos tiempo para tanto paso, y aunque muchas veces es mayor el tiempo que CREEMOS que nos va a ocupar, que el que realmente nos ocupa, vamos a simplificar sin renunciar a nuestro objetivo: una piel limpia y resplandeciente, y preparada para recibir los activos que queramos utilizar después.

PASO 1 Y 2 (Y PUEDE QUE 3): DESMAQUILLAR TODO Y MÁS

El ritual coreano probablemente tendrá cientos de años, y lo cierto es que la cosmética ha avanzado de forma increíble en este tiempo, luego… ¿por qué no adaptar una idea centenaria (y buena) al conocimiento actual?

La clave es una palabra: MICELA

¿Qué son las micelas? Pues son moléculas que por fuera son lipófilas (es decir, se mezclan bien con el sebo y las grasas) y en su interior son hidrófilas, de tal forma que atrapan esos restos de sebo, maquillaje, etc. y se retiran con discos de algodón.

Probablemente habéis visto o probado las AGUAS MICELARES, pero ¿sabéis usarlas?

El agua micelar se utiliza con discos de algodón, una vez empapado hay que aplicarlo sobre los ojos y dejarlo unos 15 segundos para dar tiempo a que las micelas “atrapen” la máscara, sombras etc. Pasado este tiempo, se retira suavemente.

Es importante ese tiempo de espera en áreas muy maquilladas (ojos, labios) porque si no, acabarás frotando y frotando y produciendo irritaciones. Con un par de discos más podemos limpiar el resto de la cara (¡aquí no hay que esperar tanto!).

Consejo: No todas las aguas micelares son iguales, las hay para piel grasa, seca, pero si la vas a utilizar como limpiatodo, mejor asegúrate de que no pica en los ojos.

Tras una buena limpieza con agua micelar la piel queda suave y resplandeciente, y no necesita aclarado con agua, así que gracias a las micelas los 3 pasos se convierten en 1, pero…

PASO 3: (OPCIONAL)

Si eres (como yo), de las que te gusta el agua y jabón (o gel), es muy difícil renunciar a la sensación del agua y la espuma, pero en este caso, puedes utilizar un jabón suave, hidratante, ya que tu piel está limpia del paso anterior, así que no es para limpiar, sino para DISFRUTAR!!

¡Y resérvate tiempo para un ritual semanal con masaje incluído!


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